5 recetas que puedes preparar con lo que ya tienes en la despensa

Seguro que más de una vez te has preguntado cómo hacer cojines para palets o te has animado a crear pequeños proyectos DIY para darle un toque especial a tu hogar. De la misma manera que disfrutas reutilizando materiales, en la cocina también puedes sacar partido a lo que ya tienes en casa. Con imaginación y algunos ingredientes básicos que solemos tener en la despensa, se pueden preparar platos realmente deliciosos sin necesidad de salir corriendo al supermercado.
Al igual que improvisar una zona de relax con tu bean bag chair, cocinar con lo que hay en tu despensa requiere creatividad, flexibilidad y un poquito de ingenio. Hoy queremos contarte algunas recetas prácticas y fáciles que puedes hacer usando lo que tienes en casa. Porque, aunque parezca complicado, muchas veces solo necesitas mirar tu cocina con otros ojos para descubrir auténticas joyas culinarias.
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Soluciones rápidas para almuerzos improvisados
Cuando llega la hora de comer y ves la nevera medio vacía, no todo está perdido. Hay muchísimas combinaciones sabrosas que puedes hacer partiendo de lo más básico. Aquí te presentamos algunas ideas que nunca fallan.
1. Pasta con salsa de la despensa:
La pasta es uno de esos ingredientes que siempre salva una comida. Mientras hierves unos espaguetis o macarrones, prepara una salsa sencilla con tomate triturado de lata, un poco de ajo picado, sal, pimienta y orégano. ¿Tienes atún en conserva? Échalo a la salsa. ¿Unas aceitunas olvidadas en el frigo? También sirven. Incluso un toque de guindilla o pimentón dulce puede darle un giro especial. El secreto está en aprovechar todo lo que tengas para enriquecer tu plato.
2. Arroz salteado al estilo casero:
El arroz blanco es el comodín perfecto. Si te ha sobrado de otra comida, mejor todavía. Saltea un poco de cebolla y cualquier verdura que tengas por casa (zanahorias, calabacín, pimiento). Añade el arroz, mezcla bien y, si quieres, rompe un huevo en la sartén para hacer un arroz tres delicias improvisado. Si tienes salsa de soja o un poquito de curry en polvo, puedes transformar un plato sencillo en algo digno de restaurante.
3. Ensalada de garbanzos con lo que haya:
Los garbanzos cocidos de bote son pura magia para preparar ensaladas rápidas. Escúrrelos y enjuágalos bien. Añade cebolla picada, tomates en cubos, algún resto de pepino o zanahoria rallada, y aliña con aceite de oliva, vinagre y sal. Si tienes, ponle maíz dulce, trozos de queso o un poco de atún. Esta ensalada es fresca, saciante y muy nutritiva.
Cenas reconfortantes sin salir de casa
Después de un día largo, apetece algo calentito y sabroso, pero sin complicarnos la vida. Para esos momentos, estas ideas de cenas con lo que tienes en la despensa te van a encantar.
4. Tortilla de aprovechamiento:
La tortilla no tiene límites. Desde la clásica de patatas (si tienes paciencia para freírlas) hasta versiones con lo que haya: espinacas congeladas, restos de verduras asadas, champiñones, o incluso sobras de carne desmenuzada. Solo necesitas batir unos huevos, mezclar con los ingredientes, salar y cuajar en la sartén a fuego medio. Un plato sencillo, rápido y absolutamente delicioso.
5. Sopa exprés de lo que haya:
Si tienes caldo en pastillas o polvo, ya tienes media cena solucionada. Disuelve el caldo en agua caliente, añade pasta pequeña (como fideos o estrellitas) o arroz, y, si puedes, trocitos de verduras que tengas. Unas lentejas o garbanzos cocidos también pueden enriquecer la sopa. Si no tienes verduras frescas, unas hierbas secas como orégano o perejil bastarán para darle un toque especial. El truco estrella: un chorrito de aceite de oliva virgen extra justo antes de servir para realzar el sabor.
Consejos para sacar el máximo partido a tu despensa
Más allá de improvisar recetas, tener una despensa bien organizada es la clave para triunfar en la cocina sin estresarte. No hace falta tener cientos de productos diferentes, pero sí conviene contar con algunos básicos que te permitan armar platos en cualquier momento.
Alimentos imprescindibles en tu despensa:
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Pasta y arroz: económicos, versátiles y de larga duración.
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Legumbres cocidas: garbanzos, lentejas, alubias blancas o rojas, listas para usar.
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Conservas de tomate: para bases de salsas, guisos rápidos o pizzas caseras.
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Atún en lata o sardinas: perfectos para ensaladas, tortillas o pasta.
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Harina y levadura: por si te animas a hacer pan, bizcochos o tortitas.
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Aceite de oliva, sal, pimienta y especias variadas: lo básico para dar sabor a todo.
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Caldo en pastillas o polvo: para sopas rápidas y enriquecer guisos.
Cómo organizarte mejor:
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Agrupa por tipo: cereales con cereales, conservas juntas, especias ordenadas.
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Revisa fechas de caducidad: pon delante lo que esté más próximo a vencer.
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Haz un inventario sencillo: una lista rápida pegada en la puerta de la despensa puede evitar que compres cosas que ya tienes.
Trucos extra para no desperdiciar comida:
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Congela raciones individuales: especialmente sobras de arroz, pasta o verduras.
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Reutiliza sobras: haz croquetas, tortillas, empanadillas o salteados con lo que haya sobrado.
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Sé creativo: una lata de garbanzos puede ser desde una ensalada hasta el relleno de unos tacos improvisados.
Como ves, preparar platos ricos y completos con lo que ya tienes en casa es totalmente posible. Solo hace falta un poquito de creatividad y ganas de sacarle partido a tu despensa. En este post te hemos contado cinco recetas fáciles y varios consejos para que cocinar con lo que tienes sea una experiencia divertida y práctica.
En nuestra marca creemos que, al igual que en la vida, en la cocina todo es cuestión de actitud: no importa tanto lo que tengas, sino lo que haces con ello. Esperamos que estas ideas te inspiren para improvisar más en tu día a día y descubrir nuevas combinaciones que quizás no habías imaginado. ¡Ahora te toca a ti ponerte el delantal y sorprenderte con tus propias creaciones!